Confesiones profesionales
El tercer Marcos Daspa, al frente del Yoldi, el hotel de obligada visita en San Fermín por su ‘champú’ bebible
Marcos Daspa Zabalza se convierte en testigo imprescindible de la vida, 'desmelenada' vida, que transcurre durante San Fermín. El sorbete de limón, apodado 'champú, tiene gran parte de culpa
Actualizado el 09/05/2024 a las 10:19
Ha pasado gran parte de sus 60 años viviendo en hoteles. Con cuatro años, se trasladó de Pamplona con su familia a vivir al Carlton Bilbao, en donde su padre, Marcos Daspa Arbea, era el director. Después de cuatro años, pasó a dirigir el hotel Ercilla, de la misma ciudad. De ahí, al hotel Nautilus, de Torremolinos, también como director, y, posteriormente, al Monte Real de Madrid. En todos los cambios, también se trasladaba la familia. Hasta que, en el último destino, mientras su padre se quedaba en la capital, Marcos Antonio Daspa Zabalza (Pamplona, 23-9-1963) regresó a Pamplona a terminar sus estudios en el colegio Jesuitas/San Ignacio y, posteriormente, en la Escuela de Turismo y Hostelería. Al finalizar, regresó a Madrid, donde continuaba su padre al frente del Monte Real y donde estuvo de prácticas, preparándose para lo que iba a ser su futuro, marcado por una tradición que había comenzado su abuelo, con el que también compartía nombre, Marcos Daspa Montón.
Llegó 1984 y su abuelo, que había comprado el hotel Yoldi en 1950, llamó a su hijo para que volviera a Pamplona para tomar las riendas del negocio con su hermano, José Mari Daspa Arbea. Y ya se quedaron en el hotel de la Avenida San Ignacio de Pamplona. La dirección del hotel pasó a la tercera generación hacia 1992. Fue entonces cuando la gerencia pasó a los hermanos Marcos e Isabel Daspa Zabalza, y César Daspa Sanz. “Mi padre, que desde crío había trabajado en el hotel, estaba ya cansado y nos pasó el testigo”, recuerda Marcos Daspa Zabalza, quien vivió en el Yoldi hasta 1998, año en el que se casó con Ana Bretos Rodríguez.
El hotel que dirige con sus hermanos tiene su origen en 1890. Entonces se llamaba Hotel Pirineo y desde sus comienzos ocupa la ubicación actual. Con el tiempo pasó a llamarse Universal y, más tarde, Avenida, hasta que en 1920 el entonces propietario dejó su apellido, Yoldi, hasta hoy, aunque en 1950 cambiara de manos a la familia Daspa.
Con 50 habitaciones repartidas entre seis pisos y con 30 trabajadores para el hotel, restaurante y cafetería, por el hotel Yoldi han pasado numerosos famosos, especialmente en los años 50 y 60. Entre ellos, los mejores toreros de la época y artistas como Charlton Heston, Orson Welles, Hemingway, la familia Fonda… El hotel ha sido una referencia indiscutible para el mundo del toreo. Durante un tiempo, casi podía decirse que no había toreo que llegar a Pamplona que no se hospedara en el Yoldi. “Antes solo se alojaban el matador y el apoderado. Pero ahora les gusta estar con la cuadrilla entera no hay sitio para todos”, recuerda el actual gerente. Pero sí sigue siendo referencia en San Fermín para ganaderos y para muchos aficionados a las fiestas, especialmente, franceses. “Muchos de Francia tienen el abono para los toros y vienen del 5 al 15. No se pierden ni las novilladas”, explica.
Además de por el ‘famoseo’ y por los toreros, también el hotel es conocido por su ‘champú’. No tiene nada que ver, como podría pensarse, con el jabón para pelo, sino con el sorbete de limón que elaboran en las fiestas de San Fermín desde los años 80. “Una vez, un cliente, con alguna copa de más, preguntó si era bueno el sorbete. Cuando el camarero contestó afirmativamente, el cliente se lo echó por su propia cabeza, con masaje incluido. Desde entonces, así se conoce el sorbete de San Fermín”, cuenta el gerente. “Es que San Fermín da para un libro, aquí la gente se desmelena y como se ponen un pañuelo y se viste de blanco, pasan anónimamente. Como en La Vegas, lo que pasa en San Fermín, no sale de San Fermín”, comenta quien atesora en su memoria como testigo privilegiado más de mil anécdotas sanfermineras.
¿De qué se siente más satisfecho profesionalmente?
De que todavía disfruto de mi trabajo.
¿Cuál diría que es la mayor transformación que ha vivido en su empresa? ¿Algo de lo que pueda presumir? El reto o retos pendientes en su empresa siguen siendo...
Somos la tercera generación y, aun con los adelantos técnicos e informáticos, el desarrollo de la comunicación e internet, creo que mantenemos las bases que nuestra familia nos inculcó: esfuerzo, trabajo y dedicación.
¿Cómo ha evolucionado el sector en el que trabaja desde que empezó?
La base del negocio es ofrecer la misma atención y mismo servicio que siempre. Pero sí que ahora todo es más rápido e internet se ha convertido en un escaparate que nos muestra al mundo con sus cosas buenas y malas. Por ejemplo, una crítica en internet puede hacer mucho daño hoy en día. Parece que tenemos que ser perfectos siempre y es algo imposible.
Estamos inmersos en la doble revolución: la verde y la digital. ¿Se está llevando la sostenibilidad y la eficiencia energética demasiado lejos? (Por el gasto que conlleva, por el esfuerzo para ofrecer una buena imagen…)
Para nosotros no supone tanto un gasto como tener que implementar costumbres. Hoy en día tenemos todos los sistemas de iluminación de bajo consumo, con luces inteligentes que se apagan solas, placas solares… Reciclar es la palabra mágica que nos hace tener seis cubos de basura diferentes por departamento, pero creemos en la bondad del fin y lo cumplimos. Además, repercute en el ahorro de costes, algo que también ayuda.
¿Qué retos tiene pendientes Navarra como sociedad? ¿Cuál le preocupa más?
Conectarse a Europa y al mundo, que es muy grande y dinámico. Tenemos que intentar subirnos a esa rueda que gira con nosotros o sin nosotros.
¿Qué hace falta para ser un buen jefe?
Mandar siempre lo que tú mismo ya has hecho antes.
EMPLEO
¿Cuentan con alguna iniciativa en su empresa u organización para tratar de atraer profesionales? ¿Y para retenerlos?
Lo primero que tengo que decir es que todo nuestro personal es fijo y tratamos de darles estabilidad. Los sueldos se mejoran con el convenio y nosotros ofrecemos un poco más que lo marcado. Nos adaptamos a los problemas de horarios, de médicos, de colegios, de circunstancias particulares….que afecten a los trabajadores.
¿Han tenido o tienen dificultades para cubrir algún puesto de trabajo? ¿Cuáles?
Cocina es el departamento más complicado. Falta personal cualificado.
¿Algún fichaje con el que le gustaría contar en su empresa?
Estoy contento con toda nuestra plantilla. Siempre se puede mejorar, pero no cambiamos a ninguno.
TECNOLOGÍA
¿Algún avance o tecnología en la que esté trabajando su empresa u organización?
En la incorporación de televisiones inteligentes en las habitaciones, desde donde ofrecemos la información del hotel y de toda su estancia. Trabajamos en estar presentes en internet y en las diferentes plataformas.
¿La más reciente que ha implantado en su empresa y qué ha implicado?
Un hotel siempre esta en constante cambio y mejora. Ahora mismo estamos trabajando en la sustitución de mobiliario. Después, incorporaremos televisiones inteligentes, luego…
¿Cómo cree que va a afectar la Inteligencia Artificial a la organización de su empresa? ¿Qué tipos de puestos de trabajo van a sobrar?
En nuestro sector creo que no modificará mucho nuestra organización porque nuestra atención al cliente es personal y directa. Necesitamos personas para recepción, restaurante, cafetería, cocina, personal de pisos… Pero sí que veremos cambios en campos como la comunicación y en la atención al cliente no presencial.
En primera persona
¿Cómo se definiría? ¿De qué se siente más satisfecho personalmente? ¿Qué le diría a su yo del pasado? ¿Qué cualidades valora en los demás y qué no le gusta?
Me defino como una persona estricta. Me siento satisfecho personalmente de mi mujer y de mi familia, en general. A mi yo del pasado le diría: “No cambies”. Valoro a los amigos de verdad y no me gusta cuando no se cumple la palabra dada.
¿Le cuesta desconectar del trabajo? ¿Cómo lo consigue?
Sí, me cuesta. Porque un hotel funciona las 24 horas al día.
¿Qué propósito tiene a corto plazo?
Disfrutar un poco más de los amigos y, sobre todo, del mar.
¿A qué le gusta dedicar los fines de semana? ¿Cuáles son sus aficiones?
Los fines de semana que tengo fiesta los comparto con los amigos, con cenas, comidas y, especialmente, con el vermut. Me gusta pasear por la playa de Hondarribia y navegar.
Un recuerdo de la infancia (un olor, imagen, vivencia…)
La polución de Bilbao cuando vivía en esa ciudad y la imagen del puente de Deusto camino del Colegio.
¿Con qué lugar de Navarra se queda para su tiempo libre? ¿Algún destino soñado?
Con la cuenca de Pamplona, donde hay una gran cantidad de rincones y pueblos para disfrutar. Mi destino soñado es el Cañón del Colorado.
Libro, película, un momento del día.
Un libro: ‘Yo, Robot’, de Isaac Asimov.
Una película: ‘Centauros del Desierto’, de John Ford (1956).
Un momento del día: Al atardecer, cuando el cielo se tiñe de rojo.
¿Qué desayuna?
Café, pan con aceite y tomate, más café y luego otro café….
¿Cómo va al trabajo?
En coche.
¿A qué personajes admira y por qué?
A Arturo Pérez Reverte, porque ya no tiene que ser políticamente correcto y eso se nota.
A Adolfo Suárez, quien fue amigo de mi madre y tuve el honor de conocerlo. Era una persona que marcaba.
A mi padre, quien me enseñó todo lo que sé del trabajo y de la vida.
Y una persona que me dejó una gran y positiva impresión fue el actor Tony Curtis. En los años ochenta estuvo rodando una película en Madrid durante cuatro o cinco meses. Y en ese tiempo vivía en el hotel Monte Real, de la capital, que dirigía mi padre y donde vivíamos nosotros. Hizo mucha amistad con mi padre. A pesar de ser una gran estrella de Hollywood, era una persona muy educada, amable, cercana… ¡Cómo se reía! ¡Qué historias contaba! Era extraordinario, increíble. Y lo que más me impresionaba era poder estar al lado de alguien que había trabajado con Marilyn Monroe, en ‘Con faldas y a lo loco’.
