Pamplona
Tres generaciones en el comercio de Pamplona
La abuela materna de Marian Alonso Burguete fue comerciante; también lo fue su abuelo paterno; lo fueron sus padres y lo son sus hermanos. Ella regenta la Lencería Marian, abierta hace 48 añosa
Publicado el 01/05/2024 a las 05:00
Marian Alonso Burguete le salieron los dientes correteando entre mostradores. Se la imagina una calcando su nariz en el escaparate en los días heladores de la Pamplona de los 70, abrigada al calor de la conversación, con su madre tras el mostrador y la clientela al otro lado. O en verano, jugando en esta calle del Ensanche que se hizo arteria comercial entre el mercado y la avenida Carlos III. Pamplonesa de 54 años, es la tercera generación de comerciantes, por parte paterna y materna. La suya es una historia de establecimientos que resisten los envites de los centros comerciales y de la venta online. Continúa a pie de calle, atendiendo a quien cruza la puerta como si fuera de la familia, de la mano de la especialización y el género de calidad, el mismo que compraban cuando eran jóvenes quienes ahora son abuelas. Regenta Marian Línea Íntima, lencería que abrieron sus padres en 1976 en el mismo local donde se sitúa ahora.
Pero la historia vinculada al comercio arranca más atrás. María Sánchez, oriunda de Olite, se estableció en Pamplona con sus cuatro hijos, con escasos recursos y mucho tesón, abrió una droguería en la plaza de San Francisco. Su hija Mari Carmen Burguete se casó con Joaquín Alonso, “de las tiendas Alonso”. Juntos abrieron hace más de 50 años Lanera Navarra, comercio de lanas, material de costura y labores y mercería en la calle Tafalla, cerca de la esquina con la calle Amaya, a la altura del mercado del Ensanche. “Eran generaciones a las que les tocó mucho, nosotras lo hemos tenido más fácil”, reconoce Marian la labor de quienes nos precedieron.
Al lado de ese primer local sus padres inauguraron la lencería Marian, que hasta su jubilación atendió Mari Carmen Burguete. Pero antes de su retiro ya trabajaba con ella su hija Marian. “Llevo 36 años aquí, desde 1988”, explica sobre uno de los mostradores del establecimiento que recibe a personas de diferentes generaciones. “Desde adolescentes, hasta mujeres mayores de 90 años”, sonríe Marian.
DE ABUELAS A NIETAS
Son cinco hermanos y cuatro han continuado la profesión de sus ascendientes. Porque al local de Lanera Navarra de la calle Tafalla se sumaron tres más: uno en la plaza Obispo Irurita; otro en la avenida Sancho el Fuerte, esquina con la calle Esquíroz y uno más en Villava. “Las llevan tres hermanos míos, y yo sigo en Marian”, apunta Marian Alonso. Está especializada “en lencería fina, corsetería, novias, y distintas ceremonias y ropa de playa y piscina para mujeres de todas las edades, o prendas deportivas, muy demandadas ahora para actividades que piden buena sujeción”. Repara también Marian en las prendas adaptadas a procesos de enfermedades que han requerido prótesis, que ha dejado cicatrices... .
Lo que más le gusta de su oficio “es el trato familiar y cercano, el contacto con el público”. “Lo paso pipa”, confiesa y agradece la fidelidad de la clientela a través de generaciones. “Viene la abuela, con la hija y con la nieta y es una satisfacción, algo habremos hecho bien a lo largo de los años”, sostiene y repara en la importancia de levantarte y acudir contenta a tu trabajo. “Entré por devoción y sigo abriendo la persiana con una sonrisa por las mañanas”, apunta Marian Alonso.
Le gusta la decoración y disfruta con el escaparatismo. Es otro de los alicientes, ingredientes que dibujan los puntales de un oficio en el que seguirá.
