Gracias, Catalina, en el Día de la Madre

Hay personas que, desde el anonimato y sin ánimo de esperar nada a cambio, consiguen grandes logros. Y sus pequeños granos de arena se transforman en inmensos regalos al prójimo. Catalina Arraiza es una de esas personas. Desde el comienzo de la guerra en Ucrania ha dedicado grandes cantidades de tiempo a organizar la ayuda para quienes lo necesitan en ese país. Ha recabado fondos económicos y productos para enviar a Ucrania con los conductores que cada dos semanas (por ahora) transportan aquello que les falta y que les puede ayudar a soportar mejor la vida en guerra. No ha escatimado ni recursos financieros ni tiempo para llevar en cada viaje un poco de esperanza. Por eso, desde la comunidad ucraniana en Navarra y desde todos aquellos que se benefician de su generosidad le queremos dar las gracias. En el Día de la Madre, los niños que han podido seguir comiendo pan por el generador de electricidad que mandó Catalina para la panadería de Cherekasy le dan también las gracias por medio de esta carta. Para ellos ha sido una segunda madre. Y para nosotros, un ángel de la guarda por su bondad y generosidad, y por el tiempo que ha quitado a su familia por ayudarnos. Felicidades en el Día de la Madre y gracias por todo lo que supone para nosotros.